Estrictos controles impuestos por miembros del patronato organizador de la Feria Internacional de Azuero, han provocado que periodistas y corresponsales de varios medios de comunicación se quedaran sin acreditación para realizar coberturas en el evento que inició la noche del pasado viernes.
Según denunciaron los propios comunicadores, muchos corresponsales de medios nacionales y locales, incluyendo a los de la Editora Panamá America, no fueron tomados en cuenta ni siquiera invitados al acto inaugural.
Según se informó, en años anteriores se otorgaron acreditaciones de prensa a personas que no lo ameritaban, por lo que este año se endurecieron los controles afectando con la medida a varios comunicadores principalmente de medios impresos y radiales.
La medida alcanzó a dirigentes de gremios periodísticos que también laboran en medios de comunicación y que no fueron incluidos en las acreditaciones para hacer coberturas en la actividad que se extiende hasta el próximo 1 de mayo.
Los comunicadores denunciaron que para cumplir con las asignaciones de los medios, incluyendo la cobertura de los candidatos presidenciales, deben comprar el costo de la entradas, que es de tres balboas diarios.
Las acreditaciones fueron entregadas a discreción de la Comisión de Relaciones Públicas de la feria, sin ningún filtro que determinara si los comunicadores pertenecen o no a algún medio, denunciaron los comunicadores.
Sin embargo, a personas que no laboran como periodistas para medios locales sí se les dio el carné de prensa, denunciaron.
“Los periodistas exigimos respeto ya que además los tratos no han sido los más correctos", indicó Gustavo Mendoza, vicepresidente del Colegio Nacional de Periodistas, capítulo de Azuero.
Mendoza reconoció el trabajo que realizan los creadores de contenido en muchas redes sociales de forma seria, pero agregó que como gremio no se puede permitir que algunas organizaciones no reconozcan el profesionalismo de los periodistas.
La versión 60 de la Feria internacional de Azuero fue inaugurada el viernes sin la presencia acostumbrada del presidente de la República.